¿Qué hay en tu plato? Pruebas de los efectos sobre la salud de la presencia de productos químicos tóxicos en los alimentos

Betsan Martin, marzo 2018

La producción alimentaria responsable incluye tomar en cuenta cómo se controlan en las cosechas las malas hierbas y los parásitos, y conocer los efectos tóxicos de la fumigación aérea de herbicidas en los cultivos alimenticios. El herbicida Roundup, nombre comercial del glifosato, se utiliza ampliamente para el control de las malas hierbas en la agricultura industrial, pero las investigaciones han mostrado los efectos tóxicos de este herbicida y sus efectos perjudiciales sobre el valor alimenticio de los alimentos. Plantean preguntas sobre los vínculos entre los productos químicos tóxicos en los sistemas alimentarios y en los suelos, y el cáncer, la obesidad, el autismo, el diabetes, las cuentas reducidas de esperma y la infertilidad masculina.

El debate alrededor del glifosato

El debate – o más bien la discordia profunda alrededor de la cuestión los efectos tóxicos de las pulverizaciones químicas – es mundial. Alcanzó un punto crítico en Europa a finales del 2017, y ha emergido en otros países que cultivan alimentos junto al asunto controvertido de la modificación genética.

La licencia para la venta del glifosato se renovó en Europa en noviembre de 2017 después de una amarga batalla en contra de su uso por parte de científicos y promovedores de seguridad alimentaria, Greenpeace incluso. La renovación por cinco años es una suspensión provisional de la licencia de quince años que se buscaba de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA. Los intereses del cultivo industrial presionan generalmente a favor del uso del glifosato, más notablemente asociado con Monsanto. Asociaciones de agricultores en Europa amenazaron con recurrir a los tribunales porque tendrían que cambiar de métodos de cultivo. Los agricultores franceses se oponen al relicenciamiento del glifosato, mientras los agricultores en Alemania y en el Reino Unido insisten en usarlo.

Hay vínculos fuertes entre la modificación genética y el Roundup. Su uso se permite sobre la premisa que se considera tener toxicidad mínima y que se usa ampliamente para controlar malas hierbas en la producción de alimentos. Roundup mata a las plantas cuando se aplica al follaje, y también se absorbe en la planta y reacciona con enzimas vitales para la síntesis proteica, y el crecimiento y el desarrollo vegetal. El glifosato también se fija por adsorción en los suelos y puede contaminar el agua.

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section_reference

Mesnage, R. Bernayc, B. Séralini G.-E. (2013) Ethoxylated adjuvants of glyphosate-based herbicides are active principles of human cell toxicity. Toxicology 313 (2013) 122–128