Ponencia en Malasia de un juez maorí neozelandés sobre “Ley indígena y gobernanza responsable del agua”
Betsan Martin, septembre 2017
La Señora Juez Durie es defensora de un enfoque jurídico basado en la responsabilidad. Su conferencia conmemorativa de septiembre de 2017, “Ley indígena y gobernanza responsable del agua”, fue precedida por un seminario en estudios indígenas del instituto Mizan en la Universidad de Malaya. Donna Durie, también abogada, habló de la posición de las mujeres indígenas y las sanciones de las comunidades tradicionales, que pueden jugar un papel poderoso en la prevención de la violencia doméstica. Esto deriva del deber individual, o de la responsabilidad, que se confiere a todos los miembros para mantener respecto, armonía y equilibrio en la comunidad.
Betsan habló del derecho respecto a los comunes mundiales de la tierra en Nueva Zelandia y luego del contexto mundial, y exploró el tema de fideicomiso público y del medio ambiente como personalidad jurídica. Nueva Zelandia volvió el río Whanganui en personalidad jurídica, y otros países han seguido: India (Ganges), Ecuador y Colombia. La gente en el seminario no había pensado en el río como persona, o entidad viva que fluye de las montañas al mar.
La presentación Juez Durie destacó que las tradiciones jurídicas legislativas de los sistemas tanto de Malasia como de Nueva Zelandia tienen incorporado el derecho británico, y que en Malasia también tienen incorporadas tradiciones jurídicas malayas, indias y chinas como parte de una sociedad más plural (« Indigenous rights from the New Zealand Perspective »).
Durie subrayó la diferencia entre la visión jurídica británica en que el hombre es amo del mundo, y la tradición maorí en que los humanos forman parte integral de los ecosistemas de los bosques, pantanos, ríos, lagos y arroyos. El problema que los maorís tienen con el sistema “británico” es que todos estos aspectos de la naturaleza se han destruido o degradado perceptiblemente bajo este régimen jurídico. Respecto al agua dulce, la posición del gobierno que “nadie posee el agua” ha significado en la práctica que las asignaciones de agua han excluido a los maorí de acceder al uso comercial del agua, y que se ha negado a las comunidades maorís acceso a sus fuentes de agua tradicionales.
El respecto es una expresión clave de la espiritualidad que conecta a los maorís con sus miembros tribales del pasado y del futuro, y con el mundo natural. El respecto impulsa las prácticas para salvaguardar los ríos y pantanos, pájaros y bosques, y se determina el uso de recursos naturales según lo que es para el bien de todos. Durie defiende la restauración de la autoridad de los pueblos maorís/indígenas sobre sus aguas, o recursos naturales para poder restaurar estas prácticas. Aboga por la propiedad del agua, en base de que la propiedad maorí no es igual al interés de bien privado del derecho europeo, sino que la propiedad incorpora elementos tanto de interés privado como de interés público. La propiedad implica responsabilidad pública. Otra diferencia en la ley mencionada por Durie: mientras que el sistema inglés establece requisitos mínimos para estándares como estándares del agua, ¡los maorís establecen requisitos altos!