Educación a la Ciudadanía Mundial (ECM) y Responsabilidad

Libby Giles, enero 2017

Este documento esboza una base filosófica para el concepto de ciudadanía mundial. Vincula con los principios de responsabilidad universal y dispone fundamentos para la ECM: su propósito, su práctica y sus aspiraciones.

La ciudadanía se define por características de comportamiento y la responsabilidad, que le dan legitimidad a la ciudadanía mundial. Legalmente, se puede decir que nadie es un ciudadano del mundo porque no hay sistema de gobierno mundial para facultar derechos, privilegios y deberes.

El cosmopolitismo es la visión filosófica tradicional de la ciudadanía mundial que nos vincula a todos en una comunidad moral universal. Mientras que pertenecen a una comunidad moral, los ciudadanos mundiales tienen derecho a vivir de maneras diferentes. Al mismo tiempo, es indispensable que reconozcamos la unicidad de las culturas y de los saberes; que comuniquemos y enfrentemos juntos los problemas y aprovechemos juntos las oportunidades del mundo.

La ECM es oportuna para hacer frente a las necesidades de los jóvenes en sus futuros estudios y empeños; y para satisfacer las aspiraciones y los requisitos de los programas de estudio nacionales y de los acuerdos internacionales.

La ECM proporciona un marco que vincula todas las áreas de la vida escolar – académicas, de planes de estudios conjuntos y de cuidado pastoral.

Un enfoque filosófico en la enseñanza y en el aprendizaje se especializa en competencias y atributos transferibles: interrogativas, tomas de decisión éticas, pensamiento crítico, confianza y participación en la comunidad para el bien mayor.

Versión original del documento en inglés

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