El proyecto

La responsabilidad es un valor universalmente reconocido ya que funda la idea misma de comunidad

A partir de la redacción de la Plataforma que fue el inicio de la Alianza para un Mundo Responsable y Solidario, se impuso una idea: con la diversidad de las civilizaciones y culturas no sería posible para la humanidad administrar nuestro planeta único y frágil si no lográramos ponernos de acuerdo sobre valores comunes.

En 1948, el Occidente hizo prevalecer una “Declaración Universal de Derechos Humanos” basada en su propia tradición. En la víspera del tercer milenio, ya no fue posible esta hegemonía de los valores occidentales y fue necesario buscar valores que se encontraran bajo distintas formas en todas las culturas y que correspondieran a las nuevas necesidades de la gestión del planeta. Después de un trabajo intercultural e inter-religioso que duró varios años, resultó que la responsabilidad era el único valor que satisfacía estas dos exigencias.

Alliance-Respons nació de la Alianza para un Mundo Responsable y Solidario con vocación de promover la ética de la responsabilidad

En diciembre de 2001 y sobre la base de este trabajo, la Asamblea Mundial de Ciudadanos adoptó esta idea. Alliance-Respons es la resultante, hecha de personas e instituciones que decidieron promover estas ideas a escala internacional.

Un texto es ya algo bueno, ¿pero con qué alcance práctico? La ética debe considerarse a tres niveles:

  • el nivel de las conciencias individuales donde la ética orienta las elecciones;
  • el nivel colectivo de las normas con que distintos medios se identifican y que guían las conductas;
  • el nivel de la sociedad entera con las normas jurídicas que se aplican a la responsabilidad.

Alliance-Respons trabaja en estos tres niveles.

La ética de la responsabilidad está al centro de la transición hacia sociedades sostenibles

Columna vertebral de la ética del siglo XXI, la responsabilidad se revela también al centro de los otros cambios necesarios para la transición hacia sociedades sostenibles: está al fundamento de la gobernanza a todos los niveles, regionales, nacionales o mundial, es ella que le da legitimidad al ejercicio del poder, obliga a tener en cuenta el largo plazo, funda las relaciones entre los protagonistas y el contrato social el uno con el otro; está al fundamento de la œconomía [1] es decir, del nuevo modelo de desarrollo que debe permitir, como la œconomía de antes, garantizar el bienestar de todos dentro de los límites de los recursos naturales, transformando los conceptos de propiedad, de libertad de empresa, de impacto de los modelos de producción y de consumo; está al fundamento de la educación que debe preparar ciudadanos del planeta capaces de asumir sus interdependencias y la protección del planeta.

El clima es la ilustración que no se logrará salvar el planeta si la responsabilidad no se pone en el centro de la gobernanza, de la economía, del derecho y de la educación

El ejemplo del clima ilustra este papel central de la responsabilidad. En el estado actual de la gobernanza, del derecho, de la economía y de la educación, el clima no tiene ninguna existencia jurídica, nadie es responsable de su integridad, nadie asume los daños irreversibles que sufre, la producción y el consumo de los bienes se hacen en el marco de principios económicos que ignoran el consumo de energía fósil, tratada como un factor de producción entre otros, que le da a la propiedad de los recursos naturales un estatuto de exclusividad que ignora el concepto mismo de bien común, que delimita la responsabilidad de los protagonistas independientemente del hecho que su impacto va mucho más allá de estos límites, transformando la responsabilidad de los empresarios en principio de irresponsabilidad ilimitada. El derecho de la responsabilidad sigue siendo sobre todo nacional y se basa en una concepción de la responsabilidad que vuelve a cada uno irresponsable frente al clima. La educación, por fin, basada en la adquisición de conocimientos disciplinarios, no prepara ni a la comprensión de la complejidad ni al discernimiento ético, ambos necesarios para preservar el clima. Lo que explica que Alliance-Respons, al lado del prestigioso Collège de France [2], se haya implicado particularmente en la COP 21 de París y seguirá haciéndolo en las negociaciones climáticas.

 
Ver también: Sauvons la démocratie.pdf / Salvemos la democracia.pdf

[1“Essai sur l’œconomie” (Ensayo sobre la œconomía). La œconomía se define por las “normas de gestión del hogar con el arte de obtener partido de todos los bienes de la naturaleza”… de Pierre Calame, antiguo Presidente la Fundación Charles Léopold Mayer, Éditions Charles Léopold Mayer,

[2Capítulo introductorio de “Prenons la responsabilité au sérieux” (Tomemos la responsabilidad en serio): La responsabilidad es una orientación ética para responder a lo que está en juego en el siglo XXI. Aporta una coherencia al cambio profundo de paradigma relativo a las transiciones subyacentes a la economía con baja emisión de carbono que ocurrirá antes del final del siglo XXI. Es una referencia para la responsabilización y la gobernanza a todos los niveles, tanto regional, nacional como mundial. En el concepto de Responsabilidad, se dan a la vez los valores relacionales y la implicación humana relativa a la utilización de los recursos. Lo relacional y la implicación están asociados con un nuevo orden de las sociedades humanas e industrializadas, con una reorientación del interés personal, con el lucro y con la utilización destructiva de los recursos naturales. Los escenarios del cambio climático presentan un riesgo en aumento exponencial. La interdependencia del hombre y la biosfera nos obliga a un cambio personal.